jueves, 5 de noviembre de 2009

Tokyo Sex Destruction, Groove en mi barrio, brother!



Bienvenidos a Philadelphia, un barrio cuna del sonido Motown y Stax, donde media población ha conocido a alguien que muere por la heroína y la otra le da a la música como perfecta vía de escape. El barrio de adopción a partir de ahora de los de Vilanova, y si no miren la portada de este “The neighbourhood” (una fotografía de Philadelphia, probablemente perteneciente a los 70). Con toda probabilidad estamos ante el disco más redondo de los Tokyo, su mejor creación. Y esa imagen de portada no es porque sí. “Todo el disco suena como Blackexplotation pero sí cuenta también con sonido Philadelphia, que nos mola aparte de la Motown. Quizá es más Stax. La idea del título era como volver otra vez a tu casa al barrio pero en el sentido de que ha pasado tanto tiempo (cuatro años sin editar disco) que era como volver a empezar. No sería tanto un estado físico de hermandad como mental, igual acabamos quemados del ciclo ‘grabar y tocar’ y esta vez era como empezar de nuevo. Nos moló a todos el nombre y creo que le pega al sonido del disco. Además Gregg (Foreman, productor y músico, aquí responsable de las percusiones, teclados, coros, órgano y alguna guitarra acústica) es de Philadelphia, el sonido es así y quedaba guay”, dice su líder, el terremoto RJ Sinclair.

La orientación del álbum es más psicodélica y soul, algo que les sienta muy bien. “A Gregg le moló también e intentamos orientarlo a un palo latino-psicodélico, pero no rollo Santana. A Gregg se le iba la olla, decía ‘esto suena como Os Mutantes mezclado con The Clash’. Eso sí, el brillante
RJ Sinclair y los suyos se ponen las guayabas, se encierran doce días en Sant Feliu con Gregg Foreman (ex The Delta 72, Cat Power) y se concentran para demostrar al mundo que además de espíritu punk aprendieron las reglas del autocontrol. Compaginar el groove y el soul con las melodías y la psicodelia latina es una de las mejores ideas que han podido tener hasta la fecha como banda. Los aplaudimos.

Texto Alicia Rodríguezsonido final también tiene mucho que ver con la mezcla en Chicago de la mano de Bob Wenston, (Shellac y Mission of Burma) también colega de Gregg”. Medio en broma medio en serio, RJ admite que “este disco es un rollo más freak. Seguimos, por eso, buscando los 60. Bueno, no somos mods (pese a que Vilanova sí lo sea, y mucho), aunque tenemos discos sixties que nos han pasado desde pequeños. Lo que pasa es que en los primeros discos todo era más punk porque no había dinero ni tiempo ni conocimientos musicales y al principio era un intento de poder tocar lo que te molaba y, ante todo, salir de Vilanova”.

Las potentes secciones de viento en “Stories from the neighbourhood” o los nerviosos teclados en “The sounds of your soul” y “They’ve lost control” tienen aquí mucho que ver con dos de los discos más injustamente olvidados del rock, “The soul of a new machine” y, sobre todo, “000” de The Delta 72, banda liderada por Foreman. La historia de amor Tokyo-Gregg Foreman es algo que viene de lejos, doy fe que desde aquella primera —e inexplicablemente única— actuación de los Delta 72 en Barcelona, en el 2000 y en la sala Astin. “A mí personalmente me molaba lo que había hecho Gregg, le escribí por su MySpace y me contestó. Es curioso porque sabes que él no agrega bandas, le escribí y me agregó, es un tío especial. Lo curioso es que yo no sabía que él ya nos había llegado a pinchar en Philadelphia”. La grabación transcurrió de forma sosegada: “Era un rollo muy espartano. Gregg pensaba que el rollo iba a ser ‘cuando estemos preparados grabamos’ y cuando se dio cuenta de que Santi tenía en el estudio un horario fijo… buff… Sant Feliu es muy pequeño, en invierno no hay nada, todo está cerrado, íbamos del estudio a los apartamentos y él decía, ‘hostia algún día podríamos salir a hacer algo ¿no?’ Pero le dijimos que no teníamos tiempo para ello en esos doce días. La verdad es que luego ya le enganchó el rollo y creo que le moló”.

A juzgar por el buen número de veces que han girado fuera, bien podrían ser juzgados como nuestra banda más internacional. “La primera gira fue toda una aventura”. Se refieren a la que hicieron por E.E.U.U.: “Fue un mes y medio de costa en costa en furgo con otra banda, aquello era, buff…con perspectiva moló, pero la segunda semana era como ‘hey, nos volvemos’. La segunda vez que fuimos ya lo hicimos de forma diferente. Hemos tenido pocas malas experiencias de gira por ahí, no hemos perdido grandes cantidades de dinero y todo ha sido siempre bueno. No te diré que ha sido la pollísima pero bueno, la gente responde y vuelves a salir a tocar”. La conexión de los Tokyo con el resto del mundo no sólo se basa en giras. Además, editarán el disco en Francia en enero. “En noviembre sacamos un split con una banda italiana, por eso nos vamos de gira. El sello se llama Go Down Records. También grabamos una versión de homenaje a los Seeds para un sello de Croacia”. Muchos proyectos para ellos ahora. Y es que es su mejor momento. Que lo disfruten (ellos y nosotros).

www.myspace.com/tokyosexdestruction

lunes, 26 de octubre de 2009

Viva la Guerra:)




KO. Demasiadas horas delante de una pantalla. De 13 a 24.31 h hoy, con una sola pausa para comer. De locos, quizás. Pero es lo que toca. Ha sido un largo tiempo sin escribir aquí. Mucho que decir y poco tiempo para ello. Pronto volveré a las sanas y buenas costumbres, pronto estaré más online y no para trabajar, sino para expresarme aquí. Es uno de mis propósitos, estoy consiguiendo pensar más en mí misma. Y ahora, toca dormir, pero antes, tenía que dejar constancia de esto....

El sábado pasado unos viejos amigos me demostraron que la verdadera amistad se mide en pequeños y a su vez grandes gestos. Un buen amigo decidió venir a tocar a mi bar, pese a que me consta que las condiciones técnicas no son las que él acostumbra a tener. No ahora. Antes fueron otros tiempos, tiempos duros también para ellos, y están ya curados de espanto. Sé que ellos no olvidan, ni quiénes son ni de dónde vinieron.

Sus inicios me recuerdan un montón de historias, años bonitos, la época donde las ilusiones despuntaban y se esparcían hacia el infinito. La época en la que una construía y construía sin saber que en realidad estaba forjando su futuro. Sin oír a a nadie y sin girar la vista atrás y arrepentirse de nada, puesto que todo empezaba, y no había nada que echar de menos, nada que remediar, ni nada que hubiera podido hacerse mejor. La época donde nadie sabía (o acaso sí, pero sin ser conscientes plenamente) hacia dónde iban a llevarle sus pasos. Claro, ahora ya lo sabemos, hacia la música, las ilusiones, las esperanzas. Hacia los sueños. Siempre igual. Han pasado los años, y ellos y yo, aquí seguimos. A ellos les está yendo la mar de bien. A mí no creo que me vaya a ir tan mal. Pero sé que, de momento, estoy en esa lucha constante. Es lo que toca....

Pero, como alguien me dijo una vez, la suerte no dura para siempre. La suerte se la gana uno mismo, con el puto sudor de su frente. Lo de Standstill no es bendita suerte, nunca lo fue. Acaso el azar intervino en un momento decisivo de sus vidas, quién sabe, tras giras y giras y furgoneta y curros variopintos para ganarse el pan. Pero se lo merecían. Y se lo merecen. Lo mío no va a ser tampoco una cuestión de la providencia. Por eso sigo aquí acabando mil historias a las tantas de la noche. Es lo que toca, de nuevo...

En momentos donde no puedo más, donde el agotamiento está a punto de vencerme, en momentos en los que veo que curro y curro y echo horas sin saber cuándo comenzaré a ver los resultados de todo esto (nadie dijo que fuera fácil) siempre recurro al mismo tema. Cuando llega la madrugada, exhausta como ahora y siento que quiero que en mi vida todo acabe de despegar de una vez, y siento que hoy tampoco fue así del todo (y quizás tampoco lo sea mañana) pienso en esta canción, en "1,2,3 sol". Es una canción preciosa canción de ellos, que además resume instrumentalmente y en su letra aquello de que en las cosas más sencillas radica la mayor de las bellezas, algo de lo que también hablamos el sábado en el Vinilo. Estoy hablando de mis Standstill. De esta canción que nos crearon un día ellos para nosotros. De ellos para mí, ahora mismo:)

La escucho, una vez más, y siento que quizás sí que hoy di un paso más, da igual si de gigante o de hormiga, para que ello suceda, para que las cosas, con la luz del día, empiecen a mostrar sus colores,y no todo sean claroscuros de medianoche, como ahora parecen ser...con todo, sé que esta visión es tan sólo fruto del cansancio. En realidad, soy optimista porque pienso en esos sueños, esa esperanza, esa ilusión, esa música que me une a mi pasado y presente, esa gente a la que quise y quiero y que me ligan aún más a mi pasado y presente, a lo que fui y lo que soy, y sé que acaso todo eso sigue siendo aún y por suerte lo mismo.

En fin, esos cruces de caminos que ahora siento, entre lo que ellos me dicen al cantar y lo que yo siento al escucharlos...sí..."1,2, 3 sol"...como dirían mis Standstill..."la mañana ya llegó, hoy puede ser un gran día"..."seguro que sí...me digo, mientras cierro los ojos y respiro profundamente...seguro que sí...así será...vamos a por ello, una vez más, Ali..."

"Viva la Guerra"!! me dicen ellos....y yo sé que sí, que así debe ser, así será...luchando y luchando, a la hora que sea y como sea, así será, de madrugada y bien entrada la mañana a la que en unas horas abrazaré, con este eco en mi mente...


"1,2,3 sol"


Una cosa más vamos a cantar
una oración al desayunar
gracias por venir, gracias
cuánto tardas e ...n salir de allí...
tantas vueltas para acabar en el refranero
¿y qué te esperabas?
la mañana ya llegó
hoy puede ser un gran día

ya sale el sol
por el balcón
vasos, cucharas
a través de tu risa la vida me pide perdón
vasos, cucharas
buenas caras
sube a la mesa

una cosa más vamos a cambiar
toda la ilusión por curiosidad
ya sale el sol
por el balcón
cuántas vueltas para acabar en el perchero
junto a la mesa
vasos, cucharas
romper un silencio así ya tiene perdón
vivalaguerra

la mañana ya llegó
hoy puede ser un gran día...

sábado, 26 de septiembre de 2009

Carta a L.


Por todo lo que hemos vivido juntas estos últimos años, y mucho más aún estos últimos intensos meses trabajando juntas, creo que si alguien merece aparecer en primera posición en este blog, que ya dije que más que para hablar de mí es para dejar constancia de todo lo que me rodea, es L. Sin que ello desmerezca a ninguna de las que van a aparecer aquí (que son pocas porque la amistad verdadera no abunda). L. sabe por qué. Y creo que se merece todo lo que diga y más. En fin, ahí voy,...


"Mi querida L,

Cómo empezar un texto así, en este medio que sabes que últimamente utilizo tanto para paliar mis días duros buscándome la vida, ese medio que llamamos la red. Este soporte online que tan mal se nos da, ¿recuerdas las broncas de Carlos? y sin embargo mira, ¡¡¡tengo ya blog!!!(aunque hoy en día, me anticipo a Carlos, un blog lo tiene ya hasta un tonto...pues mira, la tonta picó:)

Pues a lo que iba. Siempre he pensado que con mis distracciones, mi estrés, mi antigua ya labor como directora, mis múltiples aventuras que tanto os divierten por otro lado y otros muchos argumentos, he descuidado el estar ahí muchas veces que quizás lo hubieras necesitado. Sé que eso ha sido así especialmente estos últimos meses, y no sabes cuánto lo siento. Lo mejor de L es que tu siempre estás ahí, pase lo que pase, y nunca echas nada en cara. La verdadera amistad es esa, no por pasotismo no me dices las cosas, sino por lo que tú y yo sabemos: que aunque tú sepas bien que soy imperfecta, me quieres igual, y yo a ti.

Vamos a ver L., tengo tantos momentos en mi mente que voy a empezar por la época en la que nos hicimos de verdad amigas, que no fue a inicios de la Facultad, cuando el corbatas, tú y yo hacíamos ese viaje inagotable e infinito (metro-tren-bus) hacia la UAB. Míranos ahora, el corbatas casado con una china y de reportero por esos mundos de Dios, tú con un M. que acaba de cumplir dos años y está hecho un terremoto y yo...bueno, yo igual que siempre. A veces tengo la sensación de que tu vida y la mía son tan diferentes que entendería que desde fuera vieran raro que continuáramos siendo tan amigas. Pero es que en el fondo L., tú y yo nunca tendremos vidas tan dispares. No somos nada diferentes, y lo sabes.

Porque L., desde el minuto uno en el que entramos a currar juntas en ese minúsculo despachito, siempre hemos entendido, incluso sin hablarnos, cómo se sentía cada una. Y la de risas que nos pegamos en esa oficina, que al lado del bunker último era alto diseño...¿recuerdas cuando no entendíamos por qué Maite nos corregía tanto los textos y nos deprimíamos?¿o cuando te entró sueño y te sobaste y entró Luisa y te salvé el culo diciendo que si tenía una pastilla para que se te fuera el dolor de cabeza? ¿recuerdas el "hola, bona tarda, jo 'queríaa...'"? con esa neutra que ni en TV3, oye!! ¿recuerdas esos tappers de Pasión con albóndigas que esperábamos como agua de mayo con Mai? Pasión aún piensa también en esas albóndigas que nos daba, y me pide que te diga siempre que cuando quieras repetir,te envía unas cuantas a ti, a M. y a A. ¿Y recuerdas el día que Maite nos leyó un mail de Martijn y nos pusimos las tres a llorar por lo bonito que era estar enamorado?? ¿o la de pasta que me dejé por peña de la música, como nuestro amigo el de "hola, me puedes dejar 20 euros?? (y en eso no hemos cambiado mucho) ayyyy....

Qué tiempos de inocencia,e so sí que era puro naïve, con Maica, Carles..en fin...de todo aquello recuerdo nuestras partidas al tetris y mis conversaciones contigo a punto de irte a vivir con A. y aún sin hijo, claro. A veces miro las fotos de esa època, la universitaria y la que justamente vendría después, y sí, L. veo esa inocencia en nuestras caras, más que inocencia una ilusión que ya no encuentro en la mía, pero debo decir que sí que sigo viendo en la tuya, no te preocupes:)

Las noches en el Pi que me quedaba a dormir con los chavales. Los mejis como Ro,¿te acuerdas?jajjaa la Ali ya haciendo de las suyas!! y la actividad constante BCN-Mexico en esa casa. Y de ahí al viaje de Mexico cuando yo me pegué la noche durmiendo en la puerta de la agencia con Carlitos y al final, con billete y todo, fuisteis los tres porque a mí me salió -gracias a Dios, me piré así de la editorial- el curro de Doctor Music. En fin, y el día que me animásteis a iniciar mi carrera como periodistilla-listilla de la prensa musical, con esa llamada a Yolandita Muelas, a la que le llevé esas críticas de Suede-cómo no-y Bowie que tanto le molaron. Sabes que escribir y la música son dos de mis pasiones favoritas, y mis dos pilares para no derrumbarme cuando las cosas se tuercen o, como en estos últimos meses, cuando acontecen hechos injustos e inesperados. Dos pilares que tienen una base sólida: mi familia y amigas como tú, que para mí es la misma cosa, claro.

Y luego vinieron muchos más capítulos: desde tu piso en Nou de la Rambla, donde me quedaba mil veces y veía como A. estaba al borde de la desesperación a punto de tirarles agua a los hooligans del bar de abajo. Despertándome por las mañanas los domingos con resaca y vuelta a casa, dejándoos mientras ambos construíais vuestro futuro en común. La vida pre-M. La vida sin tu hijo, aún. Y desde entonces, yo ya contándote mis sueños, mis frustraciones, mis movidas sentimentales y familiares.

Esos padres de periferia, que tanto se asemejan física y psicológicamente y que lógicamente por ello nos parieron tan similares. Esas noches en Poblenou. Ese vecino D. que resultó ser tu primer ligue. (Que por cierto D.se ha separado. Me lo dijo Pasión, ya sabes que estas cosas se propagan rápidamente en Santako city). Ya sabes, la vena cotilla me sale hasta por el blog. Hasta cuando me trato de poner seria y ser sincera. Pues sí, ahora no te tengo en el ordenador de enfrente y aquí con los chavales en casa o con la Lolita no puedo cotillear. Hecho también de menos eso L. Pero eso, es sólo la punta del iceberg de todas las cosas que echo de menos del día a día contigo. Has aguantado tantas llanteras, tantas historias de Ali elevadas al cubo y, como siempre, has hecho seguimiento de todos y cada uno de los espontáneos que igual que vinieron se fueron, me animaste tanto con lo de S. y me hiciste ver que esconder la comida o hacerme la mochila del gimnasio no era lo normal...

Pero antes de darle ni una línea más a S. querría hablar de muchas historias, como cuando te llenabas la mochila en el super de B. en Florencia, o cuando llegamos con el flequillo ese y te dijo el Carles..'ostres L. ja t'ha vist el teu nòvio??' y no parábamos de llorar y ponernos clips para remediar lo irremediable...o cuando os fuisteis a Oslo y A. pilló una buena y os rodeaban gigantes amigos de R. que te decían que ellos eran grandes y tú pequeña, o cuando hacíamos lanzados y aprovechábamos para ponernos al día del finde (bueno, de mis agitadas peripecias y tú de M.:) que sin duda es más interesante que lo mío, que era siempre lo mismo!!

Y especialmente recuerdo momentos clave, como cuando me hice la Zaplana del negocio inmobiliario y arrasé jugando al hotel en ese Perpignan que fue nuestro último viaje triunfal antes de que llegase el gran M., (dont worry, vendrán más): antes de que aquel viernes en la Guía me dijeras que no podías más y que tenías algo importante que decirme, antes de que te llamase por la tarde y me dijeras que M. ya era una realidad:)..y luego M. creciendo y con él tu panza, y ese verano en el que si no llega a nacer tú te ahogas ya de calor y de peso y de ganas de verle, y esa estampida desde Sitges al hospital con huelga de trenes incluida. Y creo que no te hiciste con el helado pero da igual, te hiciste con M. que es mil veces, qué digo, ¡cuatro mil millones de veces mejor que el helado:)

Yo no sé qué será la amistad para muchos y qué diferencias radica entre una buena amiga y una hermana. Pero cuando pienso en lo que me rodea, cuando la Ali está triste o contenta o a punto de levantarse o dormirse, o escribiendo en este blog, yo siempre digo que tengo dos hermanas y un hermano. Bueno, eso siempre será así, y tú sabes que el día del funeral de aquel colaborador, Gonzalo, cuando un amigo suyo se puso a hablar de él si las dos nos pusimos a llorar es porque las dos pensamos automáticamente en qué horrible sería el momento en el que a una de las dos le falte la otra en esta vida.


Lo sé, la Ali siempre se pone trágica y ahora parezco una viejuna de 90 años al borde de la extremauncion. Pero la Ali, pese a su recién inagurada etapa de introspección, pese a ir de culo con lo de Musa, el Electric y mil proyectos más, es feliz, no te preocupes. O lo intenta. O va por el camino. El caso es que la Ali nunca deja de tener ese pensamiento recurrente, que es este de que, como en la mayoría de ocasiones en esta vida, una no sabe apreciar lo que tiene hasta que lo pierde. Y sin embargo, nosotras, en ese momento, en ese funeral, sin habernos perdido aún (y que dure muchos años), ya estábamos apreciándolo. Apreciando lo que es estar vivas y tenernos la una a la otra.

Yo sé L. que ahora mismo no puedo darte los buenos días y que a veces incluso currando desde mi sofa me da por girarme para decir una tontería pero sola aquí las únicas opciones que tengo es contársela a Lolita, o a los compis (cuando están, últimamente bien poco).

Pero si hay algo que nunca voy a olvidar es lo mucho que me has aportado y soportado, y que si hoy día soy la persona que soy, le guste a quien le guste, es gracias a gente tan real como tú que han pasado por mi vida. Porque a ti, como a mí, la gente falsa nos suda la polla (déjame ponerlo así, tal cual, que para algo somos de la periferia:) y no nos interesan las frivolidades, ni estamos ahí para decir lo que tiene que hacer una o la otra, confiamos en que somos suficientemente inteligentes para tropezar y levantarnos, porque ya nos ha pasado más veces.

Y por eso mismo creemos en el respeto,la sinceridad, y hemos mamado lo mismo desde que hemos nacido, esto es, el barrio, el tener que superarse por una misma, el tener que crecer con una misma y por una misma, el saber que los consejos que nos daban nuestros padres no siempre podían ser los mejores para el mundo pero sí para ellos, que nos los daban de corazón aún equivocándose, el vernos con inseguridades y miedos y con un mundo que en tantas ocasiones nos parece tan hostil o tan ajeno y, en muchas otras por suerte, un lugar maravilloso, como cuando M. te hace una payasada o nos bebemos una botellica de vino y nos vamos a hablar de cosas como el "palet palet", que a Carlos también tanta gracia le hace. Supongo que tú siempre fuiste mi esperanza de que en la vida todo marcha bien si uno quiere que así sea. También lo has sido al enseñarme que las cosas importantes en la vida son las más sencillas, algo que ya sabía pero que a veces me ha costado apreciar. En ese camino estoy ahora, L. quiero que lo sepas. Sabes que llevo tiempo tratando de reencontrarme, aunque en el fondo no creo que me haya perdido tanto. Y sé que todo debería ser mucho más sencillo, sí, y sé que lo va a ser.

Y sé, L., que mis amigas son ese espejo en el que busco mi reflejo cuando no sé verme, y espero que cuando a ti te pase, porque sé que a veces te pasa, tú te mires también en ese cristal y allí me encuentres siempre. Porque allí estará la Ali, sí, llueva, truene, haga sol, nos arrase el huracán...nos lleve donde nos lleve el viento, allí estarás siempre tú, mi amiga, y allí estaré siempre yo. Y punto, he dicho.

Te quiere mucho,

Ali"

jueves, 24 de septiembre de 2009

Soap and skin...el sábado en el BAM..también la amo

Amo a este hombre

Llevo semanas escuchándolo y espero traerlo al Elèctric, aunque sea a rastras....


La bici y yo...


Pedalear de arriba a abajo por la ciudad, una buena excusa para que me toquen los rayos de sol, deje esta maldita máquina y me pierda entre paisajes, gente y mis propios pensamientos...fluyendo, de nuevo, a veces con rumbo fijo, otras totalmente perdida... a veces pienso que la bici es una prolongación de mi mente en estos momentos....

Elliott Smith, mi homenaje (publicado en Go Mag, 2004)


Belleza maldita

“So sick and tired of all these pictures of me” (Elliot Smith, “Pictures of me”).


Sabemos que no querías estar aquí, que la vida te pesaba demasiado y por eso decidiste. Nos has dejado grandes retratos repletos de desencanto y frustración y también un arma de doble filo: tu sensibilidad extrema, esa que te quitó de enmedio tan pronto, dejándonos a todos un poco más solos. Va por ti, Elliott…

Él mismo lo decía en una entrevista a “Los Angeles Times” concedida en el 98: “no siento que mis canciones sean particularmente frágiles o reveladoras”. Así era Elliott Smith, alguien en lucha constante consigo mismo y con su propia realidad, a la que odiaba sobredimensionar. Si es cierto que el ser humano lo es en cuanto a las cosas que le pasan y no por las cosas que hace, está claro que sin todo ese poso de insatisfacción que envolvió a su persona su música no sería tan bella, tan extrema y a su vez tan repleta de luces y sombras. Pese a todo, será siempre uno de los artistas más prolíficos, más auténticos (porque no cabe duda, su sufrimiento nunca fue una pantomima) y con mayor capacidad para destilar en partes iguales la melancolía más inocente con la desesperación más cruda, como sólo pueden hacer aquellos para los que la música es su tesoro más preciado.

El círculo se cerró


Elliott Smith nació en Omaha (Nebraska) un 6 de agosto del 69, hijo de una cantante y un psiquiatra. Antes de afincarse en Portland, pasó parte de su infancia junto a su madre en Dallas. Y Elliott Smith perdió su batalla contra las drogas, el alcohol y la depresión hace ahora poco más de un año. Fue el 21 de octubre del 2003, cuando contaba 34 años y su novia, Joanna Bolme, encontró su cuerpo en su apartamento del barrio de Echo Park, en Los Angeles. “Me enteré en seguida de que pasó, porque la gente sabía que lo conocía, así que me llamaron esa misma mañana, muy temprano”, dice Russell Simins, batería de Blues Explosion. Elliott y él eran buenos amigos y habían tocado juntos en ocasiones tanto en un escenario (donde Smith llegó incluso a tocar el bajo con Blues Explosion) como en estudio. Otros artistas de la talla de Ron Sexsmith, Moby o Eels han rendido tributo al artista, pero sin duda una de las bandas que más cercanas han estado al músico ha sido Blues Explosion. Elliot era un fan declarado de los neoyorquinos, pese a practicar una música tan dispar a la suya.

Enigmas sin cerrar
Mucho se ha especulado sobre su desaparición, como suele acontecer con todo músico muerto en circunstancias atípicas: sin querer entrar en demasiados detalles morbosos, lo cierto es que enseguida saltaron las voces que advertían de lo complicado que resultaba entender que un individuo, sin ayuda de nadie, lograse apuñalarse mortalmente y por partida doble. La investigación sigue abierta, pero lo único que sabemos es que a su lado encontraron un cuchillo ensangrentado y que, fuera como fuese, Elliott está muerto. Algo doloroso que lo convierte más que en un mártir del rock en un suicida romántico. Porque para Elliott, como para cualquier artista del sXIX, la vida era una auténtica ambivalencia.

Con todo, pese a estar sumido en un auténtico pozo, quería salir de él. No me gustaría imaginármelo mortificado las 24 horas del día, porque además no era así: “Es frecuente ver a Elliott sin parar de bailar en los conciertos de Blues Explosion. Es muy buen chico, con mucho talento y además honesto. Cuando salimos siempre es auténtico y divertido, no le importa nada el hecho de que sea una estrella. Es una persona con los pies en la tierra”. Resulta curioso que gran parte de los entrevistados deciden hablar del músico todavía en presente. Se lo digo a Russell y a él le parece normal “claro, para mi sigue aquí… vale, intentaré hablar en pasado: solíamos tocar música juntos, ir a comer, hablar de tonterías, hacer chistes, hablar de estudios de grabación, ya que los dos teníamos uno…también sobre instrumentos.”

Pasión en claroscuro

Todo aquel que llegue al fondo de sus canciones verá, además de una profunda melancolía, un intenso amor por la vida. Algo patente ya desde su primer disco en solitario (antes formó parte de la experiencia punk Heatmiser) “Roman Candle (Cavity Search, 1994).

Christopher Cooper fue uno de los fundadores de Cavity Search, el sello que lanzó tanto a Heatmiser como a Elliott en solitario. Él y Smith vivieron una amistad que se prolongó diez años, hasta su muerte. Así empezó todo: “En 1993 recibí un cassette de cuatro pistas que Elliott grabó en su mesa de cocina con su guitarra, micrófono, cuatro pistas y un tarro de café…¡el material me enloqueció! Era tan tranquilo, y a la vez tan intenso y fuerte… como una bomba suave o un martillo de terciopelo. Su música llegó completamente a mis oídos, era como un asalto: me despertaba en medio de la noche con sus letras latiendo en mi cabeza, mientras escuchaba el disco día tras día…cuando me acerqué a Elliott y le hablé de lanzarlo, él estaba dudoso y temeroso de que esto interrumpiera lo que intentaba hacer con Heatmiser, pero le convencimos para que nos dejara lanzarlo en Cavity Search. Ese material se convirtió en su primer LP en solitario, “Roman Candle”.

Además de ese vitalismo que me empeño en recalcar, Elliott insistía en no hundirse. En una entrevista concedida en marzo del 2003, seis meses antes de morir, mostraba la esperanza: “incluso en situaciones desesperadas, puedes encontrar pequeñas victorias”. Christopher apunta: “él y yo éramos grandes fans de la música y podíamos beber y hablar de esto todo el rato, yendo a ver a grupos juntos. Había veces que yo decidía mantenerme despierto con él hasta bien llegada la mañana, intentando convencerle de que se mantuviera vivo, que la gente lo quería en este mundo, tanto a él como persona como al talento que llevaba dentro. Digamos tan sólo que él tenía sus demonios y sus propias formas de arreglárselas con esos demonios. Me gustaría que la gente supiera que aunque Elliott era una persona muy inteligente y vívida (y tenemos su música como fiel retrato).,.bueno..¡ pues que también era bastante memo! Tenía un increíble sentido del humor y le encantaba reír. Como quiera que sea que murió, su desaparición es una gran pérdida para el mundo de la música y para la gente que fue afortunada por conocerlo. Era una bella persona, con un talento increíble… yo lo echo mucho de menos”.

Muchos de sus compañeros hablan de la generosidad de Elliott. Uno de los ejemplos claros es el testimonio de Stian Olsen, batería de los noruegos Beezewax: “Elliott estaba de gira con el “Figure 8” en Inglaterra mientras yo lo estaba también con mi grupo. Teníamos un día libre en el que decidimos bajar a Brighton para ver a Elliott en concierto, en el Brighton Concorde. Cuando llegamos nos decepcionamos mucho: estaba sold out. Cabizbajos, pasamos por delante del restaurante donde Elliott cenaba y decidimos hacer un intento desesperado de entrar al show. Le escribimos una nota y la colgamos en la puerta del restaurante: ‘Querido Mr. Smith, sentimos interrumpirle su cena pero somos una banda de Oslo que estamos de gira, hicimos un montón de kilómetros en nuestro día libre para verle… ¿existe alguna posibilidad de entrar en el show?’ entonces vino corriendo hacia la puerta, con un gran gorro cubriéndole toda la cabeza, y ahí empezó nuestra amistad. Era alguien muy tímido pero muy buena persona. El día que lo conocí fue uno de los más bonitos de mi vida. Me acabo de comprar su último LP y creo que mucha gente lo va a echar de menos como compositor, artista y gran fuente de inspiración.”

También Neal Casal tiene palabras de recuerdo para Elliott Smith. El compositor norteamericano reside en el mismo barrio de Los Angeles en el que Elliott pasó una larga etapa de su vida y de la que quedaron canciones como “Living in LA”, que delatan su relación de amor y odio por esta ciudad. Para él, lo de su suicidio no deja de ser algo que se veía venir “todos en la escena de Los Angeles sabíamos que cualquier día podía pasar”. Elliott sigue presente en su ciudad, y como muestra un detalle: “El artwork de su LP ‘Figure 8’ está realizado por Autumn Dewilde, quien también se encargase, entre otros, del primer LP de los angelinos Beachwood Sparks (de ahí que ambos se inspiren en las ondas psicodélicas). Elliott posa aquí en primer plano y a sus espaldas tiene un muro que, una vez muerto, se ha convertido en el lugar donde sus fans lloran su muerte desde el primer día que aconteció, con miles de firmas, flores y dedicatorias. Siempre hay algo allí para él”

Back to the roots
Sea como fuese, él era todo un músico “high quality”, destinado a ser el cronista número uno de la imperturbable belleza que acarrea la insatisfacción. Y es que quedan pocos personajes actualmente capaces no sólo de cantar, sino de escribir unas letras en apariencia nada complicadas, pero que rechazan la obviedad. Y todo ello, sin dejar de controlar y disfrutar del propio proceso de creación artística, algo que siempre le obsesionó.

Pese a que sus últimos LP’s en vida son decididamente más sofisticados -no así su disco póstumo-, el espíritu artie nunca le abandonó: todo indica que Elliott estaba en ese punto de su trayectoria en el que quería reencontrarse con los fans de sus primeros discos. Por eso pidió un año sabático a DreamWorks para conseguirlo, o al menos eso es lo que la prensa afirma.

Siguiendo con la sarta de virtudes que rodeaban a este músico, es digno recordar que Elliott tocaba muchas veces él mismo todos los instrumentos en sus discos, sobre todo destacando como batería. Esto es algo que sin duda demuestra con creces en “Either/Or”, un mérito que le hizo ganarse el reconocimiento e interés del mismísmo Ray Davies, de quien Smith versioneó “Waterloo Sunset”. A propósito de sus habilidades como instrumentista, Simins corrobora las palabras de Davies: “siempre me dijo que yo y Steven de Flaming Lips éramos los mejores baterías del mundo, pero él era también era muy bueno dándole a los platos. Además, tenía un kit que me gustaba mucho. “

“Nadie me va a arrastrar a una muerte a la que no estafaré”
Elliot mantuvo en sus últimos días esa gran dualidad en sus planteamientos profesionales que acompaña a muchos artistas de querencia lo-fi cuando logran un cierto reconocimiento musical. Y es que pese a publicar últimamente sus LPs en multinacionales, en agosto del año pasado decidió lanzar su single "Pretty (Ugly Before)" en edición limitada de siete pulgadas para el sello Suicide Squeeze.

Seguramente se sentía así más cómodo que actuando en una gala de los Oscars, pero sea en un caso o en el otro, siempre estuvo en tierra de nadie. Demasiado indie para gustar a las masas, demasiado atípico para ser catalogado en ninguna de las tendencias que triunfaban en el panorama independiente de los noventa: “a Elliott sólo le preocupaba ser un buen músico, con buenas canciones”, dice Simins. Le pregunto si acaso por eso nunca ha sido reivindicado como debiera, “no sé, quizás tengas razón, pero él no quería ser una estrella, sabía que eso era cool sólo para un rato. Hablábamos mucho sobre el negocio de la música, de cómo tiene mucha mierda de por medio. También de las cosas que los dos detestábamos de este negocio. Nunca nos cuestionábamos cómo serían las cosas si él fuera diferente, porque para mi Elliott ya era una estrella."

Por supuesto que lo era. Por eso a una le vienen a la memoria capítulos tan penosos como esa famosa nominación por “Miss Misery”, canción incluida en el film “El Indomable Will Hunting” de Gus Van Sant. Por cierto que su director es otro originario del lugar de infancia de Smith, Portland. Con dicha canción Elliott conseguiría la nominación al Oscar en 1997. Bien, pues el premio final indudablemente no sería para él sino para la pastelosa Celine Dion con su canción del Titanic. Mientras ella se desgallitaba cantando al barco que se hundía, Elliott seguía intentando salir a flote. Paradojas de la vida, pero él lo conseguía, unas veces con más éxito que otras. Dice una de sus letras: Eso, y frases como éstas, fueron curiosamente escritas por él mismo y registradas en su último disco: “he visto el final, he luchado, no es mi hora todavía, seguiré adelante”…

Quizá alguien se lo leyó alguna vez, pero a él no le fue suficiente. Me refiero a las palabras de Pete Townshed, quien decía que el arte servía para exorcizar demonios. De todos modos en la obra de Smith quedarán siempre muchas preguntas sin respuesta, o acaso todas ellas viajan etéreas a través de sus melodías. Son el secreto a voces de un artista cuyos interrogantes siempre formarán parte de la mágica y misteriosa belleza que impregna sus canciones. Esa sencillez que apunta directa al lugar más vulnerable de nuestras almas.

SU MÚSICA...


“Roman Candle” (1994, Cavity Search). Grabado mientras seguía con su banda Heatmiser, incluye temas que intuyen esa luz que todavía vislumbraba, cuando aún no se acercaba al final del túnel, como la conmovedora belleza de “No Name 1” o la cristalina pieza folk con armónica de “No Name 2”. Introduce uno de los temas claves de su trayectoria lírica: las dificultades en las relaciones sentimentales y la soledad. Dos viejos fantasmas que junto con su adicción al alcoholismo (reconocida por el mismo durante su etapa del 97, cuando residía en Nueva York) y las drogas le metieron de cabeza en un callejón sin salida. Se cierra con un tema que haría las delicias de cualquier seguidor del country más alternativo: el instrumental “Kiwi Maddog 20/20”.

“Elliott Smith” (1995, Kill Rock Stars) suponía la consolidación del músico como maestro de las melodías y de la sencillez, mientras él pensaba en dejar Heatmiser. Una guitarra y una voz que suenan directas, en ocasiones muy crudas, como si la distancia entre el oyente y el mismo Elliott fuera de escasos metros. Letras que dejaban en evidencia su adicción a la heroína y una inmediatez que echaríamos de menos en discos posteriores.

“Either/Or” (1997, Kill Rock Stars). Más rock y probablemente uno de los más sixties de su carrera, con violines y teclados que rememoran el sonido de esa década (la magnífica “Ballad of Big Nothing”) sin dejar de lado unas letras autodestructivas (“Pictures of me”) y otras más vulnerables (“2:45 am”). De nuevo demuestra esa inusitada habilidad de algunos músicos para hacer que sus oyentes conecten con una melodía aún sin detenernos a comprender sus letras, tan sólo intuyendo lo que hay detrás de éstas.

“xO”
(1998, Dreamworks). El disco fue criticado por el salto a una multinacional, pero lo cierto es que no pierde las coordenadas melódicas de sus anteriores trabajos. Se empieza a intuir su intención de seguir engalanando las canciones con más arreglos de piano y de cuerda, pero por lo demás es uno de sus LP’s más consistentes y tristes: "I always feel like shit / I don't know why, I guess that I just do”…


"Figure 8"
(2000, Dreamworks) . Su LP más ecléctico, con mucha más instrumentación que pasa a un primer plano. Tiene algunas pegas importantes, y es que su voz suena más pulida y más distante y sus letras no aportan muchas más novedades a un discurso nihilista o, para otros, más bien sarcástico ( “Everything means nothing to me”). Un álbum que se fija demasiado en los clásicos del pop y queda desdibujado por el exceso de instrumentos. Con todo, es sin duda el más radiofónico de toda su carrera.

“From a Basement on the hill” (2004, Domino) El disco en el que estaba trabajando Elliott cuando decidió suicidarse iba a ser doble, ya que tenía más de 30 canciones. Supone un afortunado retorno a sus primeros trabajos, a esa inmediatez de obra intimista y casera que él quería recuperar. Un trabajo que, pese a dejarnos la eterna duda de si era esto lo que él buscaba, nos devuelve a la esencia de su obra. Su buen puñado de crudas odas a la desesperación ya apuntaban a lo peor.

La carta: de un amigo a un amigo...

De todos las opiniones acerca de Elliott Smith que hemos recopilado esta es una de las más sentidas. Pertenece a Alex Steiningner, director del sello, promotora y fanzine de Portland “In Music We Trust”, y amigo personal de Elliott Smith. Reproducimos unos fragmentos de esa carta que nos ha hecho llegar:

"Querido Elliott: Sé que nunca leerás esto, pero tengo que quitarme este peso de mi pecho. Acabo de recibir una copia de “From a Basement on the Hill” y necesitaba hablar con alguien. Ya que tú eres el único que escribió el disco, creo que debería hablar contigo. Quizás estás leyendo esto, donde quiera que estés… Recuerda cuando estábamos en el Colosso aquella noche, con Sean Croghan (o mejor, estábais tú y Sean, yo me acoplé con vosotros). Empezamos a hablar y salió lo del suicidio. Te dije que estaba muy deprimido (la estúpida mierda adolescente como el no poder conseguir una cita, el ser virgen, el sentirme como un loser colgado, etc). Te dije que seguía teniendo unos pensamientos recurrentes acerca de suicidarme y que mi mayor pánico era que si me suicidaba a nadie le importaría y mi funeral estaría vacío.

Bien, tú me dijiste que estarías triste si me quitaba la vida. Seguiste tratando de convencerme de que mucha otra gente se preocuparía por mi también, todos mis amigos y mi familia, y que tu miedo no era que tu funeral estuviera vacío, porque tú sabías que no lo estaría. Pero sí te asustaba el pensar que seis meses después de tu muerte, después de todo ese periodo de sufrimiento, la gente seguiría adelante y se olvidaría de ti.

Tengo que decir que fuiste listo. Dejaste detrás un LP casi terminado y tuviste a tu familia y amigos para acabarlo y lanzarlo un año después de tu muerte. Por el contrario, ¡el lanzamiento del LP un año después significa que ganaste! La gente se acuerda de ti pasados más de seis meses, así que tu mayor temor no se materializó. (…)

¿Por qué? ¿por qué? Seguro que muchos se lo han preguntado y habrán querido ver una respuesta para sentirse más seguros, mientras que otros nunca se atreverá a responder a esto, porque la verdad es que nadie lo sabe, a parte de ti, pero tú te fuiste y no puedes decirnos la razón. Ni siquiera en una canción. (…)

Ahora me siento aquí para escribirte, Elliott, pensando otra vez en esa noche en el Colosso. Cómo me sentí renovado, seguro, feliz. No importaba que no pudiera encontrar a ninguna chica para salir. Ni si no podia tener sexo. No sentía que tuviera muchos amigos. Pero me hiciste ver que era amado y querido y que me echarían de menos si me iba. Pensé que enseñándome esto, tú aprenderías la lección. (..) Elliott, te echo de menos. Todos nosotros.Pero gracias por ese regalo que es tu música. Y gracias por el tiempo que pasamos juntos.

Te quiere, Alex Steininger

Te quiere (también) Alicia Rodríguez...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ah sí...


Y hoy estoy segura que contribuí a hacer a alguien un poquito más feliz. O mucho. Y qué hay más bonito que eso....

No aún


Noche de miércoles. Primera entrada aquí. No voy a presentarme, no aún. No sé hacerlo abordando cuestiones sobre mi persona, mis gustos, mis (dis)gustos, mis sueños, mis alegrías, mis frustraciones o mis decepciones. Eso no le interesaría a nadie, siempre lo he sabido.


Siempre he creído que la mejor forma de conocer a alguien no es que esa persona trate de autoanalizarse y expresarlo a los demás, de forma más o menos coherente. A menudo así tan sólo se conoce lo que el otro quiere decir de uno mismo. Prefiero pensar que lo que alguien opine de mí es fruto de su propia percepción, seguro que eso es siempre más verosímil. A menudo he odiado a los escritores pedantes, aunque más rabia me dan aún la gente que no se dedica a tan digno oficio y que, pese a ello, se empeñan en querer hablar y hablar de sí mismas. Oh, el narcisismo de los estúpidos. ¿Por qué estos se sienten tan cómodos siempre mirándose al espejo? ¿Qué es lo que el cristal les devuelve, un reflejo mordaz, una mirada incrédula o acaso una carcajada a destiempo?


Alabados sean todos los Dorian Grey del mundo. Aún así, creo que mataría después a los pequeños pavos reales encantados de serlo porque su necedad aún no roza límites peligrosos (esto es, los demás aún no se han percatado, son gente que juegan bien sus cartas). Los prefiero a aquellos otros que mataría antes, los grandes necios que aún no se percataron de serlo, aquellos que siguen pavoneándose por ahí, sin freno alguno, lanzándose al más absurdo de los vacíos, siempre practicando el doble salto mortal de la ignorancia y provocando el más espantoso de los ridículos. Haciendo ruido, y poco más. Creando interferencias. Ruido y más ruido, pero nunca melodía...


Apunte al lector: (Es que yo siempre fui de melodía...las notas in crescendo, como cuando se alza el vuelo y luego descendiendo y arrojándose hacia la nada, y luego otra vez in crescendo, y luego la nada...)


Decía que los veo ahí, tan ignorantes pero a su vez tan seguros de no serlo, tan amantes de saberlo todo y compartirlo todo y ofrecer su consejo espiritual, con frecuencia dardos envenenados bajo el pretexto de "me encanta ir con la verdad por delante" o "no digo que lo que tú opines/hagas/pienses/desees/esté mal, pero quizás deberías/estaría bien/podrías probar de... lo siento, me pueden. ¿Alguien les ha preguntado nada, les ha pedido nada¿ ¿O es que nadie les ha dicho aún que la verdad no siempre es necesaria?? Veo cómo dentro de mí se remueven la náusea, la pena y el hastío. Lo sé, está mal retorcerse así. Lo sé. Pero a veces, cuesta evitarlo...siempre fui una mujer con prejuicios, y me enorgullezco de ello. Eso me ha enseñado a distinguir el grano, siempre escaso de la paja, siempre abundante. A veces eso no ha impedido que optase por lo segundo. Será que como buena equilibrista, me gusta ponerme a prueba. Si alguna vez me quemé, ya había sentido antes el calor de ese fuego rodeándome sigilosamente...es tan sólo que a veces también, esto cuesta evitarlo...


Noche de miércoles. Primera entrada aquí. No voy a presentarme, no aún. Pero aún sin quererlo, creo haberlo hecho... Eso no le interesaría a nadie, siempre lo he sabido...no voy a presentarme, no, no aún. Pero son las 2 am. y a esta hora ni añoro al día ni comienza la noche para mí. Ni tengo sueño ni tampoco quisiera seguir aquí muchas horas más. Me encuentro en ese estado que no me obliga a decidir nada, y eso me encanta. Esa cuerda floja en la que a veces siento se ha convertido mi vida, y que tanto me gusta recorrer, y más a estas horas, donde nada ocurre ahí fuera, sólo algún coche pasa, el viento es cada vez más gélido, mi gata se mueve cada vez más compulsivamente, nadie más habita este piso, algunos de mis sueños se obstinan en seguir reteniendo miradas, sonrisas, abrazos y besos disueltos ya, y yo sigo pensando que si me tambaleo y doy tumbos y piso esa cuerda tan poco segura es porque necesito esa adrenalina para saber que corre algo por mis venas aún...y que supuestamente todo fluye, claro. Todo siguiendo su curso, aunque ni nos percatemos. Acaso este texto también fluya. Acaso estaba en mis venas. Pudiera ser...o no....es tan sólo que no puedo evitarlo...pero eso no le interesaría a nadie, lo sé, siempre lo he sabido....es tan sólo que a veces, en el silencio en el que cada noche me repliego, a veces, cuesta evitarlo...