sábado, 26 de septiembre de 2009

Carta a L.


Por todo lo que hemos vivido juntas estos últimos años, y mucho más aún estos últimos intensos meses trabajando juntas, creo que si alguien merece aparecer en primera posición en este blog, que ya dije que más que para hablar de mí es para dejar constancia de todo lo que me rodea, es L. Sin que ello desmerezca a ninguna de las que van a aparecer aquí (que son pocas porque la amistad verdadera no abunda). L. sabe por qué. Y creo que se merece todo lo que diga y más. En fin, ahí voy,...


"Mi querida L,

Cómo empezar un texto así, en este medio que sabes que últimamente utilizo tanto para paliar mis días duros buscándome la vida, ese medio que llamamos la red. Este soporte online que tan mal se nos da, ¿recuerdas las broncas de Carlos? y sin embargo mira, ¡¡¡tengo ya blog!!!(aunque hoy en día, me anticipo a Carlos, un blog lo tiene ya hasta un tonto...pues mira, la tonta picó:)

Pues a lo que iba. Siempre he pensado que con mis distracciones, mi estrés, mi antigua ya labor como directora, mis múltiples aventuras que tanto os divierten por otro lado y otros muchos argumentos, he descuidado el estar ahí muchas veces que quizás lo hubieras necesitado. Sé que eso ha sido así especialmente estos últimos meses, y no sabes cuánto lo siento. Lo mejor de L es que tu siempre estás ahí, pase lo que pase, y nunca echas nada en cara. La verdadera amistad es esa, no por pasotismo no me dices las cosas, sino por lo que tú y yo sabemos: que aunque tú sepas bien que soy imperfecta, me quieres igual, y yo a ti.

Vamos a ver L., tengo tantos momentos en mi mente que voy a empezar por la época en la que nos hicimos de verdad amigas, que no fue a inicios de la Facultad, cuando el corbatas, tú y yo hacíamos ese viaje inagotable e infinito (metro-tren-bus) hacia la UAB. Míranos ahora, el corbatas casado con una china y de reportero por esos mundos de Dios, tú con un M. que acaba de cumplir dos años y está hecho un terremoto y yo...bueno, yo igual que siempre. A veces tengo la sensación de que tu vida y la mía son tan diferentes que entendería que desde fuera vieran raro que continuáramos siendo tan amigas. Pero es que en el fondo L., tú y yo nunca tendremos vidas tan dispares. No somos nada diferentes, y lo sabes.

Porque L., desde el minuto uno en el que entramos a currar juntas en ese minúsculo despachito, siempre hemos entendido, incluso sin hablarnos, cómo se sentía cada una. Y la de risas que nos pegamos en esa oficina, que al lado del bunker último era alto diseño...¿recuerdas cuando no entendíamos por qué Maite nos corregía tanto los textos y nos deprimíamos?¿o cuando te entró sueño y te sobaste y entró Luisa y te salvé el culo diciendo que si tenía una pastilla para que se te fuera el dolor de cabeza? ¿recuerdas el "hola, bona tarda, jo 'queríaa...'"? con esa neutra que ni en TV3, oye!! ¿recuerdas esos tappers de Pasión con albóndigas que esperábamos como agua de mayo con Mai? Pasión aún piensa también en esas albóndigas que nos daba, y me pide que te diga siempre que cuando quieras repetir,te envía unas cuantas a ti, a M. y a A. ¿Y recuerdas el día que Maite nos leyó un mail de Martijn y nos pusimos las tres a llorar por lo bonito que era estar enamorado?? ¿o la de pasta que me dejé por peña de la música, como nuestro amigo el de "hola, me puedes dejar 20 euros?? (y en eso no hemos cambiado mucho) ayyyy....

Qué tiempos de inocencia,e so sí que era puro naïve, con Maica, Carles..en fin...de todo aquello recuerdo nuestras partidas al tetris y mis conversaciones contigo a punto de irte a vivir con A. y aún sin hijo, claro. A veces miro las fotos de esa època, la universitaria y la que justamente vendría después, y sí, L. veo esa inocencia en nuestras caras, más que inocencia una ilusión que ya no encuentro en la mía, pero debo decir que sí que sigo viendo en la tuya, no te preocupes:)

Las noches en el Pi que me quedaba a dormir con los chavales. Los mejis como Ro,¿te acuerdas?jajjaa la Ali ya haciendo de las suyas!! y la actividad constante BCN-Mexico en esa casa. Y de ahí al viaje de Mexico cuando yo me pegué la noche durmiendo en la puerta de la agencia con Carlitos y al final, con billete y todo, fuisteis los tres porque a mí me salió -gracias a Dios, me piré así de la editorial- el curro de Doctor Music. En fin, y el día que me animásteis a iniciar mi carrera como periodistilla-listilla de la prensa musical, con esa llamada a Yolandita Muelas, a la que le llevé esas críticas de Suede-cómo no-y Bowie que tanto le molaron. Sabes que escribir y la música son dos de mis pasiones favoritas, y mis dos pilares para no derrumbarme cuando las cosas se tuercen o, como en estos últimos meses, cuando acontecen hechos injustos e inesperados. Dos pilares que tienen una base sólida: mi familia y amigas como tú, que para mí es la misma cosa, claro.

Y luego vinieron muchos más capítulos: desde tu piso en Nou de la Rambla, donde me quedaba mil veces y veía como A. estaba al borde de la desesperación a punto de tirarles agua a los hooligans del bar de abajo. Despertándome por las mañanas los domingos con resaca y vuelta a casa, dejándoos mientras ambos construíais vuestro futuro en común. La vida pre-M. La vida sin tu hijo, aún. Y desde entonces, yo ya contándote mis sueños, mis frustraciones, mis movidas sentimentales y familiares.

Esos padres de periferia, que tanto se asemejan física y psicológicamente y que lógicamente por ello nos parieron tan similares. Esas noches en Poblenou. Ese vecino D. que resultó ser tu primer ligue. (Que por cierto D.se ha separado. Me lo dijo Pasión, ya sabes que estas cosas se propagan rápidamente en Santako city). Ya sabes, la vena cotilla me sale hasta por el blog. Hasta cuando me trato de poner seria y ser sincera. Pues sí, ahora no te tengo en el ordenador de enfrente y aquí con los chavales en casa o con la Lolita no puedo cotillear. Hecho también de menos eso L. Pero eso, es sólo la punta del iceberg de todas las cosas que echo de menos del día a día contigo. Has aguantado tantas llanteras, tantas historias de Ali elevadas al cubo y, como siempre, has hecho seguimiento de todos y cada uno de los espontáneos que igual que vinieron se fueron, me animaste tanto con lo de S. y me hiciste ver que esconder la comida o hacerme la mochila del gimnasio no era lo normal...

Pero antes de darle ni una línea más a S. querría hablar de muchas historias, como cuando te llenabas la mochila en el super de B. en Florencia, o cuando llegamos con el flequillo ese y te dijo el Carles..'ostres L. ja t'ha vist el teu nòvio??' y no parábamos de llorar y ponernos clips para remediar lo irremediable...o cuando os fuisteis a Oslo y A. pilló una buena y os rodeaban gigantes amigos de R. que te decían que ellos eran grandes y tú pequeña, o cuando hacíamos lanzados y aprovechábamos para ponernos al día del finde (bueno, de mis agitadas peripecias y tú de M.:) que sin duda es más interesante que lo mío, que era siempre lo mismo!!

Y especialmente recuerdo momentos clave, como cuando me hice la Zaplana del negocio inmobiliario y arrasé jugando al hotel en ese Perpignan que fue nuestro último viaje triunfal antes de que llegase el gran M., (dont worry, vendrán más): antes de que aquel viernes en la Guía me dijeras que no podías más y que tenías algo importante que decirme, antes de que te llamase por la tarde y me dijeras que M. ya era una realidad:)..y luego M. creciendo y con él tu panza, y ese verano en el que si no llega a nacer tú te ahogas ya de calor y de peso y de ganas de verle, y esa estampida desde Sitges al hospital con huelga de trenes incluida. Y creo que no te hiciste con el helado pero da igual, te hiciste con M. que es mil veces, qué digo, ¡cuatro mil millones de veces mejor que el helado:)

Yo no sé qué será la amistad para muchos y qué diferencias radica entre una buena amiga y una hermana. Pero cuando pienso en lo que me rodea, cuando la Ali está triste o contenta o a punto de levantarse o dormirse, o escribiendo en este blog, yo siempre digo que tengo dos hermanas y un hermano. Bueno, eso siempre será así, y tú sabes que el día del funeral de aquel colaborador, Gonzalo, cuando un amigo suyo se puso a hablar de él si las dos nos pusimos a llorar es porque las dos pensamos automáticamente en qué horrible sería el momento en el que a una de las dos le falte la otra en esta vida.


Lo sé, la Ali siempre se pone trágica y ahora parezco una viejuna de 90 años al borde de la extremauncion. Pero la Ali, pese a su recién inagurada etapa de introspección, pese a ir de culo con lo de Musa, el Electric y mil proyectos más, es feliz, no te preocupes. O lo intenta. O va por el camino. El caso es que la Ali nunca deja de tener ese pensamiento recurrente, que es este de que, como en la mayoría de ocasiones en esta vida, una no sabe apreciar lo que tiene hasta que lo pierde. Y sin embargo, nosotras, en ese momento, en ese funeral, sin habernos perdido aún (y que dure muchos años), ya estábamos apreciándolo. Apreciando lo que es estar vivas y tenernos la una a la otra.

Yo sé L. que ahora mismo no puedo darte los buenos días y que a veces incluso currando desde mi sofa me da por girarme para decir una tontería pero sola aquí las únicas opciones que tengo es contársela a Lolita, o a los compis (cuando están, últimamente bien poco).

Pero si hay algo que nunca voy a olvidar es lo mucho que me has aportado y soportado, y que si hoy día soy la persona que soy, le guste a quien le guste, es gracias a gente tan real como tú que han pasado por mi vida. Porque a ti, como a mí, la gente falsa nos suda la polla (déjame ponerlo así, tal cual, que para algo somos de la periferia:) y no nos interesan las frivolidades, ni estamos ahí para decir lo que tiene que hacer una o la otra, confiamos en que somos suficientemente inteligentes para tropezar y levantarnos, porque ya nos ha pasado más veces.

Y por eso mismo creemos en el respeto,la sinceridad, y hemos mamado lo mismo desde que hemos nacido, esto es, el barrio, el tener que superarse por una misma, el tener que crecer con una misma y por una misma, el saber que los consejos que nos daban nuestros padres no siempre podían ser los mejores para el mundo pero sí para ellos, que nos los daban de corazón aún equivocándose, el vernos con inseguridades y miedos y con un mundo que en tantas ocasiones nos parece tan hostil o tan ajeno y, en muchas otras por suerte, un lugar maravilloso, como cuando M. te hace una payasada o nos bebemos una botellica de vino y nos vamos a hablar de cosas como el "palet palet", que a Carlos también tanta gracia le hace. Supongo que tú siempre fuiste mi esperanza de que en la vida todo marcha bien si uno quiere que así sea. También lo has sido al enseñarme que las cosas importantes en la vida son las más sencillas, algo que ya sabía pero que a veces me ha costado apreciar. En ese camino estoy ahora, L. quiero que lo sepas. Sabes que llevo tiempo tratando de reencontrarme, aunque en el fondo no creo que me haya perdido tanto. Y sé que todo debería ser mucho más sencillo, sí, y sé que lo va a ser.

Y sé, L., que mis amigas son ese espejo en el que busco mi reflejo cuando no sé verme, y espero que cuando a ti te pase, porque sé que a veces te pasa, tú te mires también en ese cristal y allí me encuentres siempre. Porque allí estará la Ali, sí, llueva, truene, haga sol, nos arrase el huracán...nos lleve donde nos lleve el viento, allí estarás siempre tú, mi amiga, y allí estaré siempre yo. Y punto, he dicho.

Te quiere mucho,

Ali"

1 comentario:

  1. La ostia!!!!, estoy destrozao de tanta emoción... Ke BoniK oooHHHHH ;)

    Sois fantásticas.

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